¿Realmente estamos a un dedazo de conocer a nuestra siguiente pareja? O aún mejor, ¿el amor de nuestra vida? Todo es demasiado bueno para ser verdad. En los últimos años, el formato de las aplicaciones de citas están siendo fuertemente criticados por sus fallas y superficialidad.
La aplicación con mas usuarios a nivel global es Tinder, su facilidad de uso y llamativo diseño la ha hecho la más popular, tan solo en México, sobre el 60% de los usuarios de aplicaciones de cita ocupan Tinder. La aplicación que le sigue es Bumble, que a diferencia de Tinder, en este quien tiene que empezar la conversación después de hacer match, es la mujer.
Mientras que las aplicaciones de citas sirven para conocer personas e inclusive ampliar un círculo social, los perfiles aportan información muy superficial, y su peor error es permitir que los usuarios puedan añadir perfiles de otras redes sociales, porque esto mismo derroca el objetivo principal de estas aplicaciones, tener un espacio donde puedas tener a las personas que te interesa conocer de manera romántica.
Un perfil de estas aplicaciones se basa en unas cuantas fotos, algunas preguntas o frases de ayuda para abrir conversación o tener matches, por ejemplo Bumble te deja adjuntar tus gustos musicales a través de Spotify para añadirlos al final de tu perfil y proveer más información a los demás.
En realidad estos chistes malos y líneas repetidas no solamente hace a los perfiles muy similares entre sí, también diluye la originalidad y se dificulta mas el poder crear conexiones con las personas que conoces a través de estas redes.
Otra crítica meramente dirigida a las aplicaciones es su formato, con un deslice rechazas o aceptas a cientos de personas al día dependiendo de cuánto tiempo se utilicen estas plataformas. El efecto que esto tiene en las personas es en insensibilizar este tipo de dinámicas, una persona con vida propia se reduce a tres líneas de biografía y con un swipe se pierde todo todo el contacto humano que pueda haber, no hay una sola entrada a poder conocer a las personas, ni si quiera una conversación inicial.
La razón al por qué las aplicaciones de cita están hechas de esta manera es por el periodo de atención, en especial en un mundo digital hundiéndose en contenido rápido, la comodidad que ofrecen los perfiles de solamente deslizar, minimizan la interacción que puedas tener con alguien, porque es cierto que en diversas ocasiones a pesar de hacer un match, ninguno de los involucrados deciden empezar la plática.
Retomando lo mencionado anteriormente, uno de los peores errores es el añadir en la biografía del perfil, links o usuarios personales de alguna red social. Las aplicaciones de citas sirven para descalificar otros usuarios y limitar el proceso de conocer a otra persona basada completamente una selección mutua. Añadir redes sociales a tu biografía permite que cualquier persona, incluyendo aquellas que no deseas tener o que habías previamente rechazado puedan contactarte. Mientras que esto no presenta un problema mayor, sí desafía completamente el propósito de las aplicaciones de cita.
Las aplicaciones de citas si son una herramienta, son efectivas, pero los resultados se adaptan al contexto de cada individuo, por lo que a pesar de que tener decenas o inclusive cientos de pretendientes o personas interesadas en ti, esto no asegura una buena cita o relación.

Sheena Iyengar, escritora e investigadora de la toma de elecciones de los humanos reporta que justamente este es una de las grandes fallas al usar aplicaciones de citas. Explica que hay un “arte en el escoger” a tu siguiente pareja. Argumenta que después del 9 match debes de pausar la búsqueda para poder enfocarte en los candidatos.
Después de este número de matches, las personas presentan una agitación mental, estrés y ansiedad de poder contestar con todas las personas con las que ahora pueden hablar; no solamente esto es dañino para aquellos que las usen, también previene un conocimiento más profundo sobre las personas, y al momento de decidir si tomar el siguiente paso, salir en una cita, termina por descartarse.
La falta de respuestas o simplemente respuestas tardías a los mensajes hace que las confecciones prematuras no terminen de desarrollarse, se cortan y la dinámica sigue. Empieza una conversación mientras otra marca su fin.
A pesar de no haber un número exacto, globalmente se cree que entre el 25 y 30% de las parejas se conocieron en línea, sin exactitud, se asegura que las aplicaciones de citas abarcan la mayoría de este porcentaje.
Debido a los fallos constantes y decepciones con aplicaciones de citas, las personas optan por usar otras plataformas para encontrar pareja. En diversos casos, las parejas se conocen a través de juegos en línea o por la participación en foros de discusión. Aplicaciones como Instagram o Facebook (que inclusive, tiene su propia sección de citas), son las preferidas para encontrar pareja.
La realidad es que mientras que las aplicaciones de citas te facilitan entrar en el ecosistema romántico y conocer personas, no aseguran una relación o buenas citas. En un mundo digital, es posible encontrar pareja en cualquier sitio, inclusive en aquellas plataformas como Spotify o Letterboxd donde la interacción es mínima.
Es importante reconocer sus fallos y tomar en cuenta una guía para navegar de la mejor manera y tener un aprovechamiento de la amplia variedad de usuarios en las aplicaciones de cita. Limitar tu tiempo de uso, matches o likes y focalizar la atención a cada persona no solamente puede mejorar tu experiencia, sino que las probabilidades de conocer a tu siguiente parejas se verán incrementadas.