Este martes 7 de octubre se presentó la masterclass: El actor y los bloqueos emocionales, en la Universidad de la Comunicación.
La masterclass, que funcionó como un taller, fue impartida por Gavo Figueira, un actor, escritor y terapeuta de origen venezolano-portugués que ha construido una carrera multifacética en cine, televisión, teatro y medios digitales.
Según el experto, los bloqueos de un actor son como muros invisibles que aparecen justo en medio del escenario. A veces surgen del miedo al error, del exceso de perfeccionismo o de la desconexión con el personaje. Son momentos en los que la mente se llena de ruido y el cuerpo olvida su lenguaje.
El actor, que normalmente fluye entre emociones, queda atrapado en un vacío donde nada se siente auténtico. Estos bloqueos pueden nacer de la inseguridad, la presión del público o incluso de la falta de concentración. Sin embargo, también son oportunidades: señales que invitan a detenerse, respirar y reencontrarse con la esencia del arte de actuar, recordando que la vulnerabilidad también puede ser una forma poderosa de expresión.

En el taller, se pidió a los asistentes que se dejaran llevar y no les importara lo que pensaran los demás, esto con el propósito de soltar el cuerpo y lo que tanto daño les hace, lo que los detiene.
Gavo Figueira explicó que superar los bloqueos actorales requiere reconectar con lo esencial: el cuerpo, la emoción y el presente. Señaló que el primer paso es reconocer el bloqueo, sin juzgarlo, entender que no es un fracaso, sino una pausa del proceso creativo.
Por otra parte, recomendó practicar una respiración profunda, ejercicios de relajación y movimientos libres para liberar tensiones físicas y mentales. También aconsejó volver al personaje que se interpreta: escuchar su historia, su emoción y su verdad, al igual que aceptar nuestros bloqueos emocionales y no sentirnos inseguros por ellos.
Finalmente, el tallerista contó que muchos actores recurren a la improvisación o la meditación para reactivar la espontaneidad y este bloqueo emocional. Y que el apoyo del director o de los compañeros también puede ser una guía poderosa, pues la empatía y la confianza colectiva disuelven el miedo.
La principal enseñanza de este taller es que los bloqueos emocionales no son un enemigo, sino un recordatorio de que el arte también se construye desde la duda y la valentía de seguir intentando.
